Por lo general, las baterías de los teléfonos se aseguran en su sitio y se extraen de él utilizando un mecanismo deslizante, pero a medida que dispositivos tales como smartphones y tabletas se vuelven cada vez más delgados y ligeros, sus requerimientos de espacio y peso dejan menos sitio para las tradicionales baterías deslizantes en compartimento rígido. Además, a medida que crece la demanda de energía de los teléfonos móviles, sus baterías deben poder permitir un uso de energía más elevado. Esto crea un desafío de ingeniería: ¿cómo hacemos una batería con una capacidad superior que siga siendo ligera y lo suficientemente compacta como para caber en dispositivos ultraplanos?
La solución es una batería de polímero de litio (que algunas veces se abrevia como LiPo). A diferencia de las celdas prismáticas y cilíndricas de ion-litio, cuya funda es rígida, las celdas de LiPo tienen una funda flexible tipo lámina (lámina de polímero), lo que significa que las celdas son más de un 20 % más ligeras que las celdas cilíndricas equivalentes con la misma capacidad. Esto significa que los fabricantes pueden producir fácilmente baterías con casi cualquier forma deseada, lo que ayuda a satisfacer los requisitos de espacio y peso de los teléfonos móviles y las tabletas. Con estos factores en mente, los fabricantes se están cambiando a las baterías blandas para dar energía a los teléfonos inteligentes del futuro - y están utilizando Bond & Detach® de tesa para fijar en su lugar estas baterías de LiPo.